Es época de lluvia. Lánguida y
tímida por momentos, y torrentosa en otros, la lluvia se hace oír en amplias
zonas del territorio de Ecuador. Aún así, el país se prepara para poblar sus
playas de ávidos viajeros deseosos de mar turquesa. Ciertas juventudes de
Chile, Brasil, Colombia, Argentina y algunos países europeos invaden Montañita
como uno de sus destinos preferidos. Los y las jóvenes de Argentina destacan
por su cantidad en esas playas, no hay dólar, AFIP ni “cepo cambiario” que haga
mermar la ola abrumadora de chicos y chicas bien jóvenes por estos lares.
Pero, decíamos, un enero en
Ecuador y no cualquiera. Circules por la ciudad que fuere, pueblito de playa,
selva o sierra, el clima no se mide sólo en función de cuánto llueve o el modo
en que el sol calienta los cuerpos, la tierra y el cemento. Hay otro clima que
aumenta la temperatura en las calles de Ecuador. Es que comenzó hace poquitos
días la campaña electoral, que el 23 de febrero próximo definirá responsables
en alcaldías y prefecturas, también, se elegirán concejales y miembros de
juntas parroquiales. Si bien el Presidente Rafael Correa ha consolidado su
gobierno y liderazgo político tras haber logrado más del 57% de los votos en
febrero de 2013, en estas elecciones se dirimirán cuestiones que, igualmente,
poseen relevancia nacional.