Desde temprano los movimientos
sociales y las delegaciones de los 20 países anti imperialistas, presentes en
la cumbre, se convocaron para marchar por las calles de Cochabamba hacia el
palco central donde horas más tarde el Presidente Evo Morales le habló al
mundo.
Representantes de sectores progresistas
y populares de Chile y Paraguay plantearon en sus discursos la adhesión al
pueblo de Bolivia y al proceso de cambio que la región está viviendo en algunos
de sus países. Cuestionaron las políticas de sus gobiernos que renuevan las
prácticas neoliberales en esos países. Hubo representaciones de países y
pueblos de otros continentes: Francia, España y Kurdistán, quienes manifestaron
que Bolivia representa un ejemplo por el modo en que la política ha logrado
desarrollar un proceso de refundación del Estado; la concepción del Estado
Plurinacional y las políticas de descolonización, planteadas en la
constituyente y plasmadas en la Constitución Política del Estado, manifiestan
con claridad el ideario que impulsan los movimientos sociales, que son base de
sustentación del modelo en Bolivia.
Hugo Yasky, Secretario General de
la Central de Trabajadores Argentinos, y representante de Argentina en la
Cumbre, tuvo a su cargo la lectura de las conclusiones que en la noche de ayer
se aprobaron en el plenario de comisiones. Ante la Avenida Blanco Galindo
colmada de pueblos con sus colores, banderas y sombrillas para hacer frente al
sol Cochabambino, Yasky, también, manifestó: “la salida al mar de Bolivia, es
construir más unidad, es construir más Patria Grande para enfrentar a los
poderosos del mundo”. Los cánticos de las juventudes de la América del Sur,
acompañaron el relato del dirigente sindical y social argentino: “Mar para
Bolivia, Malvinas Argentinas”.
Por último, tomó la palabra el
nominado Líder Anti Imperialista de Nuestra América, Evo Morales, quien
agradeció la presencia de las delegaciones del mundo, el trabajo de la Cumbre
en sus dos intensos días de debate y, entre otros temas, expresó sus
reflexiones acerca de los peligros de la Alianza del Pacífico. Instó a los
países de Chile, Perú y Colombia a tener mucha responsabilidad a la hora de
establecer alianzas comerciales que reediten las intenciones imperiales de
instalar el ALCA en la región. Planteó la necesidad de la nacionalización de
los recursos naturales como estrategias de los pueblos para garantizar la
soberanía alimentaria, el acceso al agua como un derecho humano esencial para
la vida y el cuidado de la Pacha Mama como camino indispensable para el Vivir
Bien.
La Cumbre dejó como desafío la
posibilidad de construir un instrumento político de escala mundial que nazca de
los procesos de grandes transformaciones que están viviendo algunos países de América
Latina y el Caribe, y que ponga su meta en la descolonización de los pueblos
oprimidos del mundo, en la lucha anti imperial y en la construcción de nuevos
modelos de Estado que tengan como horizonte sistemas sociales verdaderamente
justos, democráticos y soberanos.
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